Hay un lugar feliz lejos, muy lejos

Donald Douglas –protagonista de la novela– es la voz de una generación que, ante la insoportable realidad de un mundo que paulatinamente se había ido adocenando, supo que la vida y la felicidad están en otro lugar. Situada en la imaginaria ciudad de "Nevertown", la acción narrativa de "Hay un lugar feliz lejos, muy lejos" gira en torno a las pesquisas, casi policíacas, en pos de un supuesto escritor, llamado Daniel Dickinson.

En ella, los personajes –habitantes de una ciudad ficticia que se sitúa al otro lado de la realidad, más allá de las normas y las convenciones– así como Dickinson y la misma "Nevertown" ("Nunca podremos fundar nuestra Ciudad de los deseos"), no son sino la excusa para una indagación mayor: el desencanto de una generación que creyó en algo parecido al 68.